
Queremos compartir dos historias, de entre muchas que tenemos, que nos hacen tomar impulso y redoblar los esfuerzos y el compromiso con tantos animales que son abandonados todos los días.
Recatar animales que están delicados de salud significa para nosotros muchas cosas. Por un lado una gran responsabilidad porque por cada perro que rescatamos nos sentimos responsables de curarlo, rehabilitarlo y hacer todo lo posible por encontrarle una familia que lo adopte, lo cuide y lo traté como se merece. Pero por otro lado, los costos que tienen este tipo de casos son muy altos. Debemos hacer frente a tratamiento veterinario, traslados, estudios, cirugías, medicación y la recuperación que requieren. Tenemos la suerte de contar con muchísimas personas que nos apoyan de manera solidaria para continuar con nuestra tarea.
Hacemos nuestro trabajo con la satisfacción de que estamos salvando una vida.
Astrid
Astrid significa belleza y fuerza. Y esta perrita hace honor a su nombre porque es muy hermosa y tiene una fuerza y ganas de vivir increíbles.
Un día, una chica del barrio Lavalleja la vio entrar en una casa con un tumor muy grande en la vagina, muy flaca y con sarna. Bajó de su auto para hablar con las personas de la casa donde había entrado y le dijeron que si quería la llevara porque no les importaba. Como a ella si le importan los animales, se comunicó con nosotros y la llevó a la veterinaria.
Se le hicieron muchos estudios y consultas con especialistas. Se operó el gran tumor que tenía y se recuperó perfectamente de la cirugía. Recuperó peso y con tratamiento pudimos curar la fuerte sarna que tenia.
Después de estar mucho tiempo en la veterinaria, finalmente Astrid fue adoptada por Raquel y su familia. Hoy vive como una reine, llena de cuidados y sobre todo llena de mimos y amor como ella se merece.
Luego de una vida difícil, pudo sortear las dificultades y encontrar quien la ame.
Abby
Es una hermosa cachorra de que son solo 2 meses que fue atropellada y no le dieron asistencia en el momento. Marcelo fue quien la encontró. Cuando la llevamos al veterinario, éste nos dijo que haría una semana que estaba quebrada.
Cuando los perros son cachorros y se quiebran de esta manera hay que operarlos dentro de los 3 días siguientes a la quebradura. Luego los huesos se empiezan a sellar uno con otro, y ya no es conveniente operar. En el caso de Abby le va a quedar una patita más corta. Fue vista por el Dr. Malet que recomendó no operarla en ese momento, pero si indicó un tratamiento. Abby recibió un tratamiento muy intenso de reposo absoluto, medicamentos, consultas con especialistas, etc.
Finalmente con muchos cuidados y sobre todo amor y dedicación Abby pudo salir adelante y fue adoptada por Silvana. Estamos felices por ella y por tener todo lo que se merece.
Que ojos de poder y mirada penetrante que tiene Astrid; en cambio Abby es la dulzura total; tiene ojos muy dulces y parece que está implorando que la ayuden.- Gracias a Uds. y a Dios pudieron salvarlos.- Estoy felíz por pertenecer a Unidos por los Animales.- Oscar